Dermatofitosis

Uranovet - 11/12/2019

Es la infección de los tejidos queratinizados, uñas, pelo y estrato córneo causada por hongos dermatofitos de las especies Microsporum, Tricophyton y Epidermophyton. Los dermatofitos que con mayor frecuencia infectan a los animales son Microsporum y Tricophyton.

Las especies que con mayor frecuencia se aíslan como patógenos en nuestro ámbito geográfico son Microsporum canis, Microsporum gypseum y Tricophyton mentagrophytes.

Microsporum canis es un dermatofito zoofílico responsable de la mayoría de infecciones en perros, gatos y puede afectar también a humanos. Microsporum gypseum es un dermatofito geofílico, aislado frecuentemente del suelo y que puede encontrarse como contaminante en la piel de los animales. Ocasionalmente se diagnostican infecciones en perros, gatos y humanos. Tricophyton mentagrophytes tiene una forma zoofílica y una antropofílica. La primera es fuertemente infecciosa y en el hombre causa una respuesta inflamatoria intensa. Afecta con mayor frecuencia a caballos y animales de laboratorio que a perros y gatos.

Las artrosporas que se liberan por la fragmentación de las hifas son la forma infectiva del hongo, y pasan del animal infectado a otros individuos o al ambiente, donde pueden permanecer activas muchos meses.

Sintomatología

El cuadro clínico es muy pleomórfico, siendo la apariencia de las lesiones variable. Los dermatofitos se desarrollan en la queratina de la piel, pelos y uñas; a medida que el hongo crece, aparecen en la piel cambios hiperplásicos, acompañados de foliculitis y forunculosis, en algunos casos con contaminación bacteriana secundaria .El pelo es invadido sólo en fase de anagen (fase de crecimiento), depositándose elementos fúngicos interna y externamente (endotrix-ectotrix).

  • Tiña o dermatofitosis clásica: aparecen una o varias lesiones, con diversos grados de descamación y con mayor o menor formación de costras y pérdida de pelo. Los pelos suelen romperse justo a nivel de su salida de la piel. En el curso de la infección, en algunos casos el hongo tiende a ser eliminado en el centro de las lesiones y la piel de esas áreas recupera su aspecto normal, mientras que en la periferia de la lesión el microorganismo permanece activo. Ello produce una lesión característica en forma de anillo. No suele provocar prurito.
  • Forma generalizada: afecta amplias zonas corporales en forma de alopecia extensa con seborrea descamativa u oleosa. Parece ser más frecuente en el Yorkshire terrier y está producida casi siempre por Tricophyton mentagrophytes.
  • Foliculitis-forunculosis facial: caracterizada por áreas alopécicas, eritematosas y costrosas, acompañadas de pápulas y pústulas en la zona dorsal del tabique nasal que pueden extenderse a toda la cara. Suelen estar producidas por Tricophyton mentagrophytes y Microsporum persicolor.
  • Querion: se usa éste término para definir una lesión nodular, bien delimitada, alopécica, exudativa y con trayectos fistulosos que se desarrolla debido a la sobreinfección por estafilococos de una dermatofitosis inicial. Se aíslan de éstas lesiones Microsporum gypseum y Tricophyton mentagrophytes.
  • Onicomicosis: Es poco frecuente en el perro y se caracteriza por la presencia de onicodistrofia (uñas anormales) y perioniquia (inflamación del tejido periungueal) así como de alopecia y descamación de la piel próxima a la uña. El agente aislado en la mayoría de los casos es Tricophyton mentagrophytes.

Análisis y muestras

Clínicamente no es posible diagnosticar la enfermedad, debido a que el aspecto de las lesiones es similar a otras entidades clínicas:

  • Lesiones seborreicas con patrón circular.
  • Demodicosis, especialmente la forma localizada.
  • Dermatitis de contacto en la zona distal de las extremidades.
  • Histiocitomas, con lesiones similares al querion.
  • Foliculitis bacteriana por estafilococos.
  • Collaretes epidérmicos en algunas enfermedades autoinmunes y en estafilococias.

Toma de muestras

  • Pelo: arrancar el pelo con una pinza mosquito de la periferia de las lesiones y zonas eritematosas o descamativas. También es posible en lesiones difusas o para diagnosticar portadores asintomáticos cepillar al animal con un cepillo de dientes estéril, recogiendo pelos y restos de queratina (técnica de Mackenzie).
  • Piel: limpiar suavemente la zona afectada con una gasa mojada con alcohol de 70º y dejar secar. Proceder al raspado de los márgenes de la lesión.
  • Uñas: cortar y desechar la parte distal de la uña. Cortar un trozo intermedio a partir del cual se realizarán los análisis.

Pruebas específicas

  • Lámpara de Wood: Se basa en la capacidad de emitir fluorescencia verde-amarillenta que tienen algunas cepas de dermatofitos (especialmente Microsporum canis) cuando se iluminan con luz ultravioleta. La lámpara debe dejarse calentar durante 3-5 min. y luego, en la oscuridad se iluminan las zonas de la piel o los pelos obtenidos como muestra sospechosos de estar infectados.
  • Examen microscópico directo: a partir del raspado y especialmente de los pelos. Para mejorar la observación suelen someterse a ablandamiento con hidróxido potásico al 10%, o aceite mineral para microscopia o calcoflúor.
  • Cultivo: los pelos y la descamación recogidos se depositan con cuidado (sin apretar) en la superficie del medio y se incuba en la oscuridad a temperatura ambiente. Se utilizan como medios de cecimiento: Sabouraud y DTM (Dermatophyte Test Medium).
  • Biopsia: No se usa rutinariamente, pero puede ser útil en casos dudosos o con dificultades para el cultivo. Las lesiones histológicas son características y pueden observarse los elementos micóticos, especialmente con tinciones especiales (PAS, Gomori, Grocott).
  • Determinación de anticuerpos anti-dermatofito por ELISA: Técnicamente es posible la detección de anticuerpos específicos en el suero de animales infectados, pero el método tiene todavía limitaciones y no se utiliza en la clínica rutinaria.
  • P.C.R. (Polimerasa Chain Reaction): Se han descrito técnicas de detección de dermatofitos mediante ésta técnica pero no se usa rutinariamente.

Medidas sanitarias

No todos los individuos expuestos al hongo desarrollarán la infección. Los animales jóvenes son más susceptibles que los adultos debido probablemente a factores de madurez inmunitaria. La infección natural tiene lugar por contacto, y los cepillos, peines y camas contaminados son factores importantes en la transmisión. Predisponen a la infección pequeñas lesiones en la piel, humedad ambiental y temperatura elevadas, así como condiciones de hacinamiento y confinamiento de los animales.

En general se acepta que las dermatofitosis son infecciones autolimitantes, es decir que en individuos inmunocompetentes serán eliminadas por la respuesta inmunitaria al cabo de varios meses. Esta respuesta inmunitaria se caracteriza por la síntesis de anticuerpos, que no es efectiva para eliminar la infección, y por una respuesta celular, basada en la proliferación de linfocitos T, que es la que elimina dicha infección. En los gatos es relativamente frecuente la existencia de infecciones asintomáticas, con lesiones subclínicas o muy sutiles, e incluso la presencia de animales portadores, que son capaces de transportar esporas infectivas sin desarrollar lesiones.

En algunos casos los propietarios pueden adquirir la infección a partir de las mascotas infectadas o portadoras, especialmente en las dermatofitosis felinas. Las esporas en el ambiente pueden mantener su capacidad infectiva durante 2 años, por lo que es de extrema importancia el tratamiento del medio por el que se mueve el animal infectado. Para ello puede utilizarse el enilconazol pulverizado, lejía diluida a 1/10 en agua caliente, formol al 1% o desinfectantes a base de glutaraldehído.

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Análisis recomendados

Pruebas específicas

  • Lámpara de Wood
  • Examen microscópico directo
  • Cultivo
  • Biopsia
  • Determinación de anticuerpos anti-dermatofito por ELISA
  • P.C.R. (Polimerasa Chain Reaction)

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